Descripción
Hernia deportiva es un término utilizado para describir un tipo de dolor crónico de la ingle que puede estar provocado por daños en los tejidos blandos (músculos, ligamentos y tendones) de la ingle. No es una verdadera hernia. Crónico hace referencia a la duración del problema, no a la seriedad del trastorno. La hernia deportiva es más frecuente en los hombres.
Síntomas
Los síntomas de la hernia deportiva incluyen el dolor crónico de la ingle, a menudo en ambas, que se acentúa con el ejercicio, la tos o los estornudos. También se puede experimentar dolor en la pelvis o en el escroto o los testículos. El dolor suele acentuarse con el tiempo.
Causas
La hernia deportiva es un problema complejo y se desconoce la causa precisa. Se suele dar en atletas que practican deportes que implican movimientos repetitivos de giro vuelta, como el hockey, el fútbol o el tenis. Estos movimientos provocan tensión en la zona de la ingle, donde se unen los músculos de la parte inferior del abdomen, el muslo y la pelvis. El trastorno suele empeorar con el tiempo, ya que los movimientos repetitivos dañan los tejidos blandos de la ingle.
Tratamiento Aficionado
El tratamiento de la hernia deportiva es variado y puede incluir la fisioterapia o la cirugía. Es importante acudir a un profesional de la medicina deportiva, como un fisioterapeuta o un médico de medicina deportiva, que diagnostique y trate el trastorno.
La cirugía no suele recomendarse inicialmente. No obstante, si sus síntomas no han mejorado en un plazo de seis a ocho semanas, es posible que su médico se plantee esta opción. La cirugía puede llevarse a cabo mediante artroscopia o mediante cirugía abierta. Se suele colocar una malla sobre el músculo para darle una sujeción extra. Después de la cirugía es necesario hacer fisioterapia, pero normalmente es posible volver a hacer deporte poco a poco entre seis y doce semanas más tarde.
¿Qué hacer?
- Visite a su médico si tiene un dolor crónico en la ingle.
- Siga el programa de ejercicios que le facilite su fisioterapeuta o su médico.
¿Qué no hacer?
- Ignorar el problema: no mejorará por sí solo.
- Intentar volver a hacer ejercicio demasiado rápido ¿tómese su tiempo para recuperarse.